Caminar con chanclas es muy cómodo, sobre todo en verano, pero el uso de este tipo de calzado tiene sus consecuencias para nuestro cuerpo. En este aetículo intentaremos enumerar las principales.
1. Lesiones
Las chanclas son incapaces de amortiguar el impacto del pie contra las superficies duras al andar debido a la fina goma que posee su estructura. Al ser planas y disponer de refuerzo de arco plantar ni un pequeño talón pueden generan dolores en las rodillas, la espalda y la cadera. Además pueden generar otros problemas más comunes como son esguinces, dolores en el talón y juanetes. Este tipo de calzado debe ser evitado por personas con problemas de circulación y diabéticos porque, al tener limitada la sensibilidad en los pies, podrían sufrir alguna herida o rozadura y provocar la aparición de dolencias graves como úlceras.
El objetivo del calzado debe ser el de proteger y dar estabilidad al pie, y las chancletas no lo cumplen.
2. Alteración de la forma de caminar
Su uso prolongado puede alterar la forma de caminar, ya que las personas suelen arrugar los dedos para mantener el calzado en su sitio mientras que el talón queda totalmente levantado y sin apoyo.
Cuando usamos las chanclas nuestros pasos son más cortos lo que ocasiona que nuestros talones choquen con el suelo de una forma irregular, lo que altera el ritmo natural de la marcha.
Esto sucede porque como el gesto de caminar consiste en alternar un pie en el suelo con otro que vuela en cada paso, la mayoría de las personas suelen tensar los dedos del pie colocándolos en “garra” para mantener mejor la sujeción de la chancla y no perderla de modo que la presión de los dedos añade estrés a la zona del tobillo y a todo el pie en general. Este gesto no es fisiológico.
Por ello se recomienda sólo usarlas en las playas o en las piscinas, y evitar su uso prolongado.
3. Fascitis plantar
El uso continuado de las chanclas también se relaciona con la fascitis plantar, inflamación del tejido conectivo del pie. Se estira la fascia plantar causando inflamación, dolor, protuberancias y cansancio, sobre todo en personas con sobrepeso.
Por un lado, el hecho de tener que forzar la “garra” en los dedos, aumenta la tensión que se genera en la fascia plantar. Por otro lado, al tratarse de un calzado muy plano favorece el aumento de tensión en la fascia y en las estructuras musculares posteriores de la pierna como el tendón de Aquiles, gemelos o isquiotibiales.
Los principales síntomas de la fascitis son el dolor y la rigidez en la parte interior del talón, la planta del pie también puede doler o arder cuando se dan los primeros pasos en la mañana o al subir escaleras.
4. Otros
Otros problemas asociados con las chancletas incluyen dedos y uñas rotas, cortes, ampollas por el roce de la tira de sujeción entre el primer y segundo dedo, y gérmenes.
Lucas Llamas
Osteópata y Fisioterapeuta
