SÍNDROME DE PINZAMIENTO POSTERIOR DEL TOBILLO

Agosto 2017

La osteopatia


El Síndrome de pinzamiento posterior del tobillo (Posterior Ankle Impingement en inglés) es una entidad clínica que se caracteriza por dolor en la región posterior del tobillo, especialmente con la flexión plantar del mismo. Una vez que aparecen los síntomas, por sobreuso o tras un traumatismo, el dolor dificulta la carrera y el salto. Además de ser frecuente en futbolistas y saltadores, es una lesión común en bailarinas, por la posición de flexión plantar forzada que realizan habitualmente.

El astrágalo posee en su región posterior dos prominencias óseas, una medial y otra lateral. En ocasiones, menos del 10% de la población, existe un hueso accesorio en esta localización que se encuentra en íntima relación con la región posterior y lateral del astrágalo y se denomina Os trigonum. Parece originarse en un centro de osificación secundario en la infancia, que en la mayoría de la población se fusiona (a veces de forma solo parcial) con la prominencia posterolateral del astrágalo, dando lugar al llamado proceso de Stieda, también denominado cola del astrágalo.

Además en el compartimento posterior del tobillo se aloja el tendón flexor del primer dedo, que se dirige hacia la planta del pie alojado en el surco que presenta la parte posterior del astrágalo, entre sus dos prominencias posteriores.

En la región posterior del tobillo, el astrágalo se articula superiormente con la tibia e inferiormente con el calcáneo. Cuando la región posterior del astrágalo choca (bien repetidamente o bien de forma brusca) entre ambos huesos (flexión plantar) puede desencadenarse un proceso inflamatorio que denominamos Síndrome de Pinzamiento Posterior del Tobillo. Podremos llamarlo Síndrome de la Cola del Astrágalo si la inflamación articular es alrededor del proceso lateral de Stieda. Cuando existe un Os trigonum, el origen del dolor puede ser debido a su presencia, en este caso hablamos de Síndrome del Os Trigonum.

En ocasiones, generalmente tras traumatismos más fuertes, puede existir fractura de la cola del astrágalo. Si ésta no es reconocida inicialmente o no es tratada de forma adecuada, podría evolucionar a pseudoartrosis (no unión de la fractura).

Además de todas estas entidades que podríamos englobar en el Síndrome de Pinzamiento Posterior, existe con frecuencia inflamación del tendón del músculo flexor largo del primer dedo (Tendinopatía o Tenosinovitis del Flexor Hallucis longus), que se desliza medial a la prominencia lateral del astrágalo. Esta tendinitis puede acompañar a los síndromes de pinzamiento anteriores o presentarse de forma aislada. Esta tendinitis es muy frecuente en bailarinas de ballet.

El dolor es la manifestación constante de los pacientes que presentan estas lesiones. Puede ser agudo, tras un traumatismo o hiperflexión plantar, o crónico, tras un episodio como el anterior que no ha mejorado o instaurado lentamente por repetición de movimientos (chutar el balón, salto, bailar de puntillas, etc…). La inspección del tobillo no revela alteraciones salvo tumefacción si es aguda la lesión. La movilidad puede ser casi normal. El dolor a la palpación es sobre todo en la zona posterior y lateral del tobillo, por detrás del maléolo peroneal y en profundidad.

El dolor es la manifestación constante de los pacientes que presentan estas lesiones. Puede ser agudo, tras un traumatismo o hiperflexión plantar, o crónico, tras un episodio como el anterior que no ha mejorado o instaurado lentamente por repetición de movimientos (chutar el balón, salto, bailar de puntillas, etc…). La inspección del tobillo no revela alteraciones salvo tumefacción si es aguda la lesión. La movilidad puede ser casi normal. El dolor a la palpación es sobre todo en la zona posterior y lateral del tobillo, por detrás del maléolo peroneo y en profundidad.

El test de hiperflexión plantar forzada es el más importante para confirmar este cuadro. Se realiza con el paciente sentado con la rodilla en ángulo recto, el examinador hace varias flexiones plantares pasivas del tobillo, rápidas, forzadas, pudiendo variar la rotación del pie. El test negativo descarta esta patología. Un test positivo puede ser confirmado mediante una infiltración con anestésico local en la región. Si el dolor desaparece al repetir el test tras la infiltración el diagnóstico es confirmado.

Con frecuencia existe una tendinitis del flexor largo del primer dedo. El dolor es entonces posteromedial. El tendón puede palparse justo bajo el maléolo tibial. Puede notarse crepitación, dolor y en ocasiones nódulos en el tendón.

Las radiografías simples (vista lateral), permiten definir la anatomía ósea, diferenciando si existe un proceso de Stieda largo o un Os trigonum. La cola del astrágalo puede estar fracturada, o estar en pseudoartrosis.

Para definir mejor la lesión es de gran ayuda la Resonancia Magnética, que permite ver fracturas y pseudoartrosis, o edema óseo en la cola del astrágalo o el Os trigonum, la sinovitis y la tendinitis del flexor del primer dedo.

No es recomendable infiltrar al paciente si se le va a pedir una resonancia magnética, porque el resultado de la misma podría estar alterado.

Inicialmente como en la mayoría de lesiones el tratamiento es conservador, consistiendo básicamente en la evitación de la flexión plantar forzada o repetida, la protección de la zona con vendajes funcionales o neuromusculares, la aplicación de crioterapia tras el ejercicio, el uso de antiinflamatorios no esteroideos orales y otras medidas de osteopatía y fisioterapia para disminuir las molestias.

Se puede valorar hacer una o más infiltraciones locales (con corticoide o biorreguladores médicos homeopáticos) en casos rebeldes al tratamiento antes comentado o si existe un motivo para no esperar a una recuperación lenta con el tratamiento de fisioterapia (por ejemplo si la lesión se produce en vísperas de la competición más importante del año). La infiltración es especialmente útil en casos de tenosinovitis del flexor del primer dedo, y menos resolutiva en lesiones muy crónicas en las que el origen del dolor está en el Os trigonum o en una pseudoartrosis dolorosa tras fractura de la cola del astrágalo.

El tratamiento quirúrgico se recomienda si no existe mejoría tras tres meses de tratamiento conservador.

La cirugía artroscópica, permite una perfecta visualización de la zona, y disminuye las complicaciones. Mediante dos portales, uno a cada lado del tendón de Aquiles, puede desbridarse y resecarse la sinovitis y el tejido inflamatorio, extirparse el Os trigonum o la cola del astrágalo y liberarse el tendón flexor largo del primer dedo. La recuperación es relativamente rápida, el postoperatorio es poco doloroso. Puede comenzarse la carga protegida pronto, la carrera en torno al mes, y la vuelta a la competición/baile a partir de las 6-8 semanas según los casos. La recuperación es más lenta en casos en los que el tendón del Flexor del Primer Dedo presenta una tendinopatía crónica.


Lucas Llamas


Osteópata y Fisioterapeuta

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